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¿Qué son los aerosoles y cómo trasmiten la COVID-19?

Los aerosoles son partículas que están suspendidas en el aire. Cuando respiramos, hablamos, cantamos, estornudamos o tosemos, las gotículas respiratorias emitidas se mezclan en el aire circundante y forman un aerosol. Una vez suspendidas en el aire, las gotas más grandes caen rápidamente al suelo y las más pequeñas (menos de 5 micras) pueden permanecer suspendidas en el aire durante muchos minutos e incluso horas. Son estas partículas virales en suspensión las que son más eficientes para penetrar profundamente en el sistema pulmonar, presentando un riesgo de infección mucho mayor.

La transmisión se ve favorecida en lugares cerrados, mal ventilados y con gran afluencia, situación en la que se ha demostrado que la probabilidad de contagio es muy superior a la que se produce en los espacios abiertos y bien ventilados. Es por eso por lo que la principal recomendación es el uso de mascarilla, la mejor protección que impide el paso de pequeñas moléculas de saliva o mucosa a otro individuo.

Si bien hasta hace unas semanas no se consideraba un riesgo muy elevado la trasmisión de la COVID-19 a través de aerosoles, el pasado 20 de octubre la OMS actualizaba su documento sobre la forma de transmisión del coronavirus. “La transmisión por aerosoles puede ocurrir en lugares específicos, particularmente sitios cerrados, con mucha gente y poco ventilados, donde las personas infectadas pasen periodos largos de tiempo con otras”, explicaba el documento.

El Gobierno también ha reconocido la transmisión por aerosoles en el documento llamado “Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de COVID-19”, en el que precisa: “Los estudios epidemiológicos sobre el comportamiento de la enfermedad indican que la mayoría de las infecciones se producen principalmente por contacto cercano y exposiciones prolongadas a las gotas respiratorias que contienen el virus, así como por la inhalación de aerosoles con partículas virales en suspensión y el contacto directo o indirecto con secreciones respiratorias infectadas”.

Siendo así, y tal y como llevamos advirtiéndolo todos estos meses, las mejores medidas preventivas para evitar contagios son:

  • Mantener la distancia mínima de seguridad. Se recomienda al menos 2 metros entre individuos.
  • Reducir a lo imprescindible las salidas y los contactos con personas no convivientes.
  • Extremar la higiene de manos, mascarillas y objetos como móviles, zonas de trabajo…etc.
  • Ventilar con frecuencia para reducir las posibles partículas virales en suspensión para mitigar el riesgo de los niveles de concentración de aerosoles y el tiempo de exposición.
  • Y, sobre todo, utilizar mascarillas homologadas.

 

 

Texto: Belén Girón Guijarro, responsable de Marketing del COFM

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